Capitulo 6
Forjadores del destino La orden de los mares
La noche de la batalla final, algunos miembros de la orden no habían acudido al lugar, así que los pocos que estaban decidieron actuar. Thilane partió la noche anterior para adentrarse y conseguir información del lugar y la situación. Cuando el resto del grupo, formado por Iridy, Ody y un nuevo miembro Iruam llegaron a la zona, se encontraron con una amarga sorpresa. Erinthia, la superviviente de la primera orden se hallaba entre ellos con un aura oscura y los ojos completamente negros negándoles el paso. Kashadia la había poseído, y no era la única. Erinthia se enfrentó a Iridy atacándola desde su dragón y con su fiel tigre espectral. Cuando Iridy parecía acabada, intentó una última cosa, se introdujo en la mente de Erinthia e hizo que esta atacará a su propia mascota. Aquello le dolió tanto que la sacó del trance. Debido a las heridas de ambas, se marcharon a través de un portal para poder curarse. Cuanto el grupo siguió avanzando, Nizdorni se les unió y se encontraron entonces con su siguiente compañero convertido ahora en enemigo, Sintharia. La elfa de la noche caballera de la muerte se enfrentó a Iruam, y tras una dura batalla, Iruam consiguió romper el arma de esta. Entonces se desvaneció el hechizo, y esta decidió marcharse. Justo al llegar a la torre donde Kashadia se encontraba, en la base de esta tuvo lugar la tercera batalla. Karshten había sido poseída también. Karshten se enfrentó a Ody, aunque ambos se amaban, los golpes de Karshten hacían mella no sólo en la piel de Ody, si no también es su corazón. Aunque Karshten no era consciente, seguía atacando a Ody, este se negó a hacerle daño, y Nizdorni e Iruam solo podían permanecer quietos mientras veían con tristeza que Karshten estaba matando a la persona que amaba. Las palabras de Ody pudieron vencer el hechizo de Karshten, y entonces esta cayó al suelo rompiendo a llorar por lo que había hecho. Nizdorni se la llevó a un lugar más seguro, y Ody e Iruam siguieron avanzando.
Esta organización llamada Filos de las sombras, y dirigidos por una letal bruja, Kashadia Sombraetérea, ambos bandos comenzaron una espiral de batallas a contrarreloj para conseguir los talismanes. Mientras Iridy y Erinthia reclutaban a valientes luchadores para las batallas que aún estarían por venir, a Filos de las sombras se unía una valiosa aliada, hasta entonces enemiga de la organización, esta era Thilane Strange. Esta renegada tenía en su poder el quinto talismán, hasta entonces desconocido por los miembros de la orden. Thilane siempre lo había poseído, incluso cuando aún era humana. Uniéndose a Filos de las sombras, atacaron a miembros de la orden sin cesar. Al poco tiempo Erinthia encontró a la guardiana Zaphire, la cual les avisaba de los sueños premonitorios que tenía.
El último talismán no fue tan fácil de conseguir. El grupo debió viajar hasta las profundidades de Vashjir, algunos miembros se habían unido a la orden desde entonces, como Elevrien o Kendra. En Vashjir el grupo formado por Iridy, Erinthia, Kendra, Ody y Darec, se enfrentaron al mismisimo culto crepuscular. El guardián poseía el talismán del fuego, inundó la mente de los allí presente con sus peores temores, pero el grupo se armó de valor y lo derrotaron.
Hace varios años atrás, algunos habitantes de Azeroth, tuvieron la suerte o la desgracia de encontrar unos objetos singulares. Estos objetos con forma de talismán, otorgaban a su portador un valioso y codiciado don: el poder ver el futuro. Los dueños de estos objetos comenzaron a tener visiones de hechos que acababan sucediendo. Extrañados y temerosos a la vez, comenzaron a investigar. Algunos decidieron deshacerse de ellos mientras que otros lo conservaron.
Tiempo después, los portadores de los cuatro talismanes se reunieron por primera vez. Iridy, una sabia draenei bendecida por la luz, portaba el talismán de la luz. Icatheron, un druida kaldorei, poseía el talismán del sueño. Thoren, un mago humano, guardaba el talismán del hielo. Y por último Zilirion, un sindorei, era dueño del talismán del fuego.
Podrían haber huido tras ver esto, pero el poder de los talismanes no funciona así, ellos sabían que si evitas que una visión tuviera lugar, el talismán no mostraría la siguiente visión. Lo único que podían hacer era luchar y hacer uso de la ventaja que poseían al haber visto lo que sucedería. Fue entonces cuando los guardianes decidieron hacer desaparecer los talismanes. Si quienes les iba a atacar intentaban robarlos, su objetivo se vería truncado. Así pues, cada uno se deshizo de su talismán como creyó conveniente. Icatheron escondió el talismán del sueño en el sueño esmeralda, Iridy tiró su talismán al mar, Zilirion se lo entregó a su fiel fenix que se encargó de esconderlo y Thoren le entregó su talismán a un viejo amigo suyo, líder de una organización decazademonios.
Tal y como predijeron la orden fue atacada y masacrada. Sólo dos miembros lograron sobrevivir: Erinthia y la guardiana Iridy. Erinthia, una valiente Kaldorei en otra época centinela de Darnassuss, era la encargada personal de la protección de Iridy, y en el último momento logro salvarla junto a ella.