Kendra Lumines

Nombre: Kendra Trish Lumines
Procedencia: Darnassus
Lugar de Residencia: Bosque de Elwyn
Edad: 150 años
Oficio/Ocupacion: Mecánica, montaraz e inventora
Habilidades: Su especialidad es domar bestias salvajes y tácticas de montaraz, así como también todo lo que funciona con motor.

Clan: La Orden Eterna
Alineamiento: Legal Bueno
Fecha de Unión: Capitulo I
Razón: Un buen día paseando por Ventormenta, una elfa se acercó a Kendra proponiéndole un trabajo bastante prometedor que no pudo rechazar.
Estado Actual: Técnico de la orden

Familia (Pasado): Sus padres fallecieron en las guerras contra la horda, dejándola sola en el mundo.

Familia (Actual): Actualmente está casada con Elesirt Van Hesing, un afamado montaraz de las tierras del este.

Trasfondo


Kendra es una elfa poco corriente, puesto que lo que mas le interesa para asombro de su raza son los mecanismos y maquinas, así como también la invención de estas o los vehículos motorizados. Se fue de Darnassus muy joven, con apenas 140 años y viajó por las tierras del este, hasta que en Gnomeregan, conoció a un humano llamado Zephiel y formaron equipo de ingeniería  Como dictaba la tradición gnómica, en todo equipo debía haber un ingeniero cuerdo y otro loco, y Kendra como siempre le falto algún tornillo ocupó esa plaza. Años más tarde, Zephiel tuvo una acalorada discusión con Kendra que termino con la separación del equipo y algo mas, puesto que hubo algo mas que trabajo en esa relación, Zephiel terminó por irse sin decir una palabra. Lo que Kendra no sabía era que en realidad la necesidad y la desesperación empujaban al humano pues su vida corría peligro, y su amado no estaba dispuesto a consentir que nada le pasara a Kendra.

Kendra se vio sola y vagó de nuevo sin rumbo, arreglando máquinas, ayudando a quien lo necesitaba y mejorando sus dotes de exploradora y cazadora. Un día vagando por Ventormenta encontró a un huargen solitario en el lago de la ciudad, escondido. Lo trató y lo acogió en su casa, con la esperanza de devolver la humanidad a aquel ser, pues sus ojos derramaban inteligencia y Kendra lo sabía. Con el tiempo Elesirt, que así se llama el huargen, volvió a hablar con normalidad y a comportarse como una persona, aunque con tendencias un poco radicales, debido a su "cambio", pues antaño era un humano cazador de Gilneas, pero el destino parecía guardarle otro parecer.